En la pandemia, el Seguro de Desempleo en el Ecuador fue puesto a prueba y se ha constituido en un eje de discusión importante, ya que es este tipo de mecanismos que pueden ayudar a mitigar los impactos de la pérdida de un empleo, en el consumo de los hogares, y por ende, en sectores vulnerables, puede mantenerlos fuera de la pobreza. Su desempeño justamente denota los efectos de la crisis, con un incremento de más del 120% en el total de beneficiarios entre 2019 y 2020, sin duda algo positivo que denota asimismo que en momentos de necesidad el seguro cumplió su objetivo. Sin embargo, algunas cifras muestran que todavía su estructura puede mejorarse y consecuentemente eso ayudará a mejorar su cobertura.